OCA|News / CURADURÍA DE LA MEMORIA / Septiembre 11, 2024 / Nacional
Por: Delia Blanco.
Las artes plásticas y visuales, acuden a las emociones y al pensamiento. Llevamos dos años intentando sanar nuestras emociones desde la partida para la eternidad de nuestros artistas contemporáneos, exploradores de integración universal desde sus imaginarios. Todos, y cada uno a su manera, valientes "Quijotes" que se atrevieron a medirse y a luchar por ir más allá del localismo y del encierre de la insularidad.
Nos han dejado mucho. Tony Capellán, el primero que se fue sin despedirse nos deja las huellas profundas de una colección visual donde en la factura y diversidad de géneros,pintura, dibujo, grabado, instalaciones se impone la escenografía de un trópico atrapado en sus búsqueda de transparencia y verdad en su flujo humano. Agudo ,preciso, incisivo marcó su compromiso innegociable con las todas las violaciones de los derechos humanos y los derechos de vida .La ecología y la defensa de la naturaleza atrajo su compromiso , Cibao adentro como Compadre Món, que supo eternizar en una inolvidable colección de grabados. El mar se hizo drama en una flotación de chancletas que nos señalaron los peligros de la huida ilegal.
Mantenemos para siempre el desorden barroco de su taller ardiente en los techos de la zona colonial , en la plaza de la Independencia.
Lo vemos siempre y todavía caminante alegre y concentrado por la orillas del mar Caribe en sus amaneceres.
Elvis Avilés, nos dejó con el asombro, sabíamos que en algún momento, tendríamos el susto pero tan cerca no lo esperábamos. No hay una mañana parisina donde no nos recojamos, frente a sus dibujos sobre papel orgánico vegetal portador de las banderas espirituales del sincretismo criollo. En sus pinturas la fusión de la leyenda con la realidad mitológica nos atraían como una obra pintada de Marcio Veloz Maggiolo.
Los colores dorados y rojos, convivirán como en una danza de Petros de la Ceja. Solidario y amigo, mantuvo con su ancha sonrisa una relación exquisita trans generacional con sus colegas artistas. Era un bohemio, cálido y generoso.
El conjunto de su obra gráfica tiene un sello de identidad exclusivo de quién experimentaba tanto el discurso como la forma, en una resultado de lenguaje que le daba características propias al expresionismo simbólico del Caribe.
Belkys Ramirez, discreta , secreta, prudente guardiana de muchos secretos dramáticos de mujer que revelaban en una obra justamente implicada en los misterios de la gestación para cumplirla en matrices multiplicadas, el profundo deseo de su maternidad transferida en todas sus instalaciones.
Disfrutamos muchos encuentros en los noventa , cuando su casa y su taller daba citas abiertas a sus compañeros artistas de Nueva York, pues su residencia taller era un puente de encuentro de orilla a orilla.
Exigente con ella misma, no se dejaba envolver en convocatorias del éxito y de la fama, hacÍa su trabajo visual con determinación y conciencia de su propio lenguaje , también ecológico en ese tirapiedras que nos agudizaba los peligros y la crueldad humana frente a un planeta tierra en peligro.
La estamos viendo, presente y concentrada, observadora crítica de todos los manifiestos en los que ella participaba sin pretensiones de liderazgo ni ambiciones de cámara.
Surcó en las maderas planas el cuerpo de mujer con todos sus dramas, enfatizó su discurso con una conciencia individual al servicio de la feminidad sin caer en los radicalismos del feminismo trasnochado.
Tenemos cerca un rostro de mujer estampa de ella misma, surcado en un cuadrado de caoba que nos mantiene viva su presencia para siempre.
Jorge Pineda, nos llega, por los ochenta cerca de los noventa implicado en una diversidad de expresiones artísticas que alimentaba con personalidad propia.Hombre de títeres y teatro ,mago de la palabra,obsesivo dibujante, ojo cómplice de la niñez que nunca abandonó en sus años adultos, porque llevaba en su siquís toda la poética del niño mellizo de su hermana.En su taller de Bella Vista el papel ,la tinta, la pluma, y los crayones , convivián en una mesa compartida , listos para cualquier arranque gráfico del dibujante poeta, porque eso era Jorge Pinea, un poeta hecho artista plástico y visual , pero tambien actor en la encarnación de sus personajes y leyendas.
Jorge, fue un conductor abierto de ideas compartidas, le gustaba el grupo , el manifiesto,la confrontación pero siempre sin enfrentamientos.Era su manera de ser, atraía los coloquios , las reflexiones y se implicaba en ideas colectivas que sabía sellar con inteligencia en ideas propias ,El trayecto de sus últimos años , lo llevó sin cesar ni limitar la riqueza de su imaginario , empapado de complicidad social por la niñez abandonada , marginada , soltada a los peligros de la vida sin compasión y mucho menos responsabilidad adulta.
Los niños errantes de la vida con su cajita de limpiabotas serán uno de sus sellos de identidad gráfica , de un artista que supo sacarle a la infancia toda su poética en la línea de sus obras sobre papel y en sus instalaciones minimalistas con el lenguaje más cercano posible, con su instalación pública de aquella maternidad juvenil que presentó en el cuerpo de una pre adolescente con uniforme de escuela , una forma frontal de señalar que ni la escuela es convocatoria de protección y los hechos de violaciones y asesinatos de menores féminas nos han evidenciado esta tragedia nacional compartible y lamentable en toda América y el mundo . Jorge partió dejandonos una obra que estremeció al mundo y a la juventud una obra de la que nunca se desprendió desde sus bosques tropicales en blanco y negro , sus muñecas de trapo , sus sueños encantados y sus perros de coqueteo en alta sociedad ,con el mismo origen del dolor en la pobreza y la infancia.
Ellos dejaron una herencia visual, fundamental para la generación pos noventa abriendo el escenario a aventuras visuales liberadas de la escolástica académica para entrar en facturas individuales donde la reflexión intelectual abraza la investigación y el propósito estético liberado de toda norma.
Como excepción de la reivindicación individual como lenguaje visual, Chepe, nos atrapó en su nomadismo universal dónde le conocimos primero peregrinando por el Conde con su inteligencia rizada y sus ojos llenos de ilusiones para tragarse el mundo.Buscaba y se buscaba queriendo ser protagonista de nuevas evidencias visuales , y con toda su juventud compartimos sus encuentros minimalistas en el arte objetos de madera dónde un perrito condensa la evidencia de una pureza desde el origen.Sumergido en su taller de la Plaza de la Catedral, su pintura y gráfica señalaban sus inquietudes por romper todas las barreras escolásticas y entrar en una obra distanciada de toda obligación de modernidad.
Sinembargo en Paris, se midió al taller como lugar de investigación y aprendizaje y alli encontró y se alió con la pintura de corte 'Nouveau réalisme". Sus inquietudes, su impaciencia, sus ansias de encontrar un diamante para su obra, lo convirtieron en un curioso infatigable de los artistas del mundo hasta llegar a ser promotor , interlocutor y comisario de algunos.
Nos quedamos con sus ansias ,con sus ganas y con esa abundancia de sueños y deseos que desde la calle del Conde , los bulevares de Paris, las plazas de Berlin y Barcelona , sin dejar a la India, nos permiten constatar que Chepe a su manera fue un Basquiat errante que se despidió sin darse el tiempo y el lujo de llegar a sellar todo el fraccionamiento y la riqueza de un inmenso talento.
Quisqueya Henríquez, llagó a nuestro conocimiento en una noche de amigos en la Residencia de Gazcue, y allí de primeras, entendimos que estábamos frenta a una artista cuya responsabilidad visual consistirá en la investigación permanente y en el conocimiento universal de los planteamientos creativos, De sus expresiones nos quedamos con su auto intransigencia, sus cuestionamientos sobre el oficio, y utilizamos la palabra oficio porque ella, se consideraba una trabajadora de las artes,desconfiada de las fantasías de los imaginarios y las ilusiones del arte que pueden acechar y peligrar el rigor de toda factura. Se planteaba y convive con todos los recursos técnicos, gráfica, diseño, collage, estructura y elaboración con un referente constante a considerar el espacio como una arquitecta, porque eso era una arquitecta visual, con un poética filosófica donde la idea no cabe sin reflexión y estudio. Tenía un referente ,muy propio de la evolución de la forma , de la masa , del objeto en la dependencia del entorno y del espacio por eso el derretimiento del hielo, la congelación de la ropa, la dispersión del tiempo en sus rupturas orgánicas. Era una artista visual con trascendencia filosófica de la vida como laboratorio experimental ,
Quisqueya nos deja materia suficiente para entender que ningún movimiento, manifiesto, puede con la fuerza exclusiva y única del "yo" artístico más importante que el "ego".
Ella fue una lección de vida en su obra. Y con su obra nos queda para siempre ella.
Pero en este conjunto de curaduría de la memoria ,valdría la pena ejecutar una exhibición donde el público pueda captar y capitalizar el aporte fundamental de cada uno en la renovación de la modernidad de las artes en República Dominicana a partir de los ochenta, con todos los giros evolutivos a partir de los noventa con estas personalidades recordadas como elementos fundamentales del salto artístico de la plástica dominicana hacia el mundo... Ellos abrieron con garbo y generosidad ese camino.
TONY CAPELLÁN, BELKYS RAMIREZ, JORGE PINEDA, ELVIS AVILÉS, CHEPE, QUISQUEYA HENRÍQUEZ / CURATORSHIP OF MEMORY
OCA|News / CURADURÍA DE LA MEMORIA / Septiembre 11, 2024 / Nacional
Por: Delia Blanco.
The visual and plastic arts appeal to emotions and thought. We have been trying for two years to heal our emotions since the departure for eternity of our contemporary artists, explorers of universal integration from their imaginations. All of them, and each one in their own way, brave "Quixotes" who dared to measure themselves and fight to go beyond localism and the confinement of insularity.
They have left us a lot. Tony Capellán, the first to leave without saying goodbye, leaves us the deep traces of a visual collection where the workmanship and diversity of genres, painting, drawing, engraving, installations, imposes the scenography of a tropics trapped in its search for transparency and truth in its human flow. Sharp, precise, incisive, he marked his non-negotiable commitment to all violations of human rights and the right to life. Ecology and the defense of nature attracted his commitment, Cibao inside as Compadre Món, which he knew how to eternalize in an unforgettable collection of engravings. The sea became drama in a flotation of flip-flops that pointed out to us the dangers of illegal escape.
We keep forever the baroque disorder of his burning workshop on the roofs of the colonial zone, in the Plaza de la Independencia.
We always see him and still a happy and concentrated walker along the shores of the Caribbean Sea at dawn.
Elvis Avilés left us with amazement, we knew that at some point, we would have the scare but so close we did not expect it. There is not a Parisian morning where we do not gather in front of his drawings on organic vegetal paper carrying the spiritual flags of Creole syncretism. In his paintings the fusion of legend with mythological reality attracted us like a painted work by Marcio Veloz Maggiolo.
The golden and red colors coexist as in a dance by Petros de la Ceja. Solidary and friendly, he maintained with his wide smile an exquisite trans-generational relationship with his fellow artists. He was a bohemian, warm and generous.
The whole of his graphic work has an exclusive identity seal of someone who experimented both the discourse and the form, in a result of language that gave its own characteristics to the symbolic expressionism of the Caribbean.
Belkys Ramirez, discreet, secret, prudent guardian of many dramatic secrets of women who revealed in a work precisely involved in the mysteries of gestation to fulfill it in multiplied wombs, the deep desire of her motherhood transferred in all her installations.
We enjoyed many meetings in the nineties, when her house and her studio gave open appointments to her fellow artists from New York, because her residency workshop was a bridge of encounter from shore to shore.
Demanding with herself, she did not let herself get wrapped up in calls for success and fame, she did her visual work with determination and awareness of her own language, also ecological in that slingshot that sharpened the dangers and human cruelty in the face of a planet Earth in danger.
We are watching her, present and focused, a critical observer of all the manifestos in which she participated without pretensions of leadership or camera ambitions.
She traced the woman's body on the flat wood with all its dramas, emphasizing her speech with an individual conscience at the service of femininity without falling into the radicalisms of outdated feminism.
We have nearby a woman's face, a picture of herself, traced in a square of mahogany that keeps her presence alive for us forever.
Jorge Pineda, comes to us, around the eighties or nineties, involved in a diversity of artistic expressions that he fed with his own personality. A man of puppets and theater, a magician of the word, an obsessive draftsman, a complicit eye of childhood that he never abandoned in his adult years, because he carried in his psyche all the poetics of his sister's twin child. In his Bella Vista workshop, paper, ink, pen, and crayons coexisted on a shared table, ready for any graphic outburst of the poet-drawer, because that was Jorge Pinea, a poet made a plastic and visual artist, but also an actor in the incarnation of his characters and legends.
Jorge was an open leader of shared ideas. He liked groups, manifestos, confrontation, but always without clashes. It was his way of being; he attracted discussions and reflections, and he got involved in collective ideas that he knew how to seal intelligently in his own ideas. The journey of his last years led him relentlessly and without limiting the richness of his imagination, soaked in social complicity for abandoned, marginalized children, left to the dangers of life without compassion and much less adult responsibility.
The wandering children of life with their shoe-shine box will be one of his graphic hallmarks.
Muy bueno! Gracias ✨