Del 19 de junio al 10 de agosto de 2024
Av. John F. Kennedy esq. Dr. Lembert Peguero. Edificio Honda 5to. Piso. Santo Domingo, República Dominicana. Metro: Línea 2, estación Juan Ulises García Saleta. Tel. 809 541 7721 (*). / Horario: Lunes a viernes de 9 am - 6 pm. Sábados de 9 am - 12 m
OCA|News / Museo Bellapart / Junio 18, 2024 / Nacional
Maribel Bellapart
Presidente Museo Bellapart
El Museo Bellapart recibe con placer un proyecto de la Fundación Tovar, institución amiga con la que compartimos el propósito de difundir la obra de artistas prominentes de la plástica dominicana.
En esta oportunidad nos une la conmemoración del centenario de la publicación por André Breton del primer Manifiesto Surrealista, en 1924, fecha significativa para el arte internacional y para el nacional, toda vez que años más tarde y como consecuencia de los conflictos bélicos español y europeo de los años 1936 – 1945, el escritor llegó a Santo Domingo y concedió una entrevista al artista-periodista exiliado español Eugenio Fernández Granell.
Era el 1941, Bretón estaba acompañado de Wifredo Lam y el surrealismo había surcado los mares, se extendió por nuevos territorios e incorporó otros actores. Luego, en 1943 nació en Santo Domingo la agrupación literaria La Poesía Sorprendida, de orientación surrealista, y en su revista publicaron dibujos Granell, Hernández Ortega y Ledesma. Posteriormente los artistas Jorge Noceda Sánchez e Iván Tovar asumieron el lenguaje surrealista.
Nos complace presentar a ustedes un conjunto de obras de estos iniciadores del surrealismo en la plástica dominicana, tendencia presente hoy en el arte nacional, con el deseo de contribuir a su estudio y valorización.
Myrna Guerrero Villalona
Directora Museo Bellapart
La intención de identificar, soñar, idear y plasmar alternativas visuales fuera de la realidad tangible la encontramos en la historia del arte oriental y occidental desde tiempos inmemoriales. En occidente tan lejanos como el siglo XV - XVI con El Jardín de las delicias de Hieronimus Bosch (El Bosco, ci. 1450-1516) así como las estaciones y los elementos de Giuseppe Arcimboldo, (1527-1593) y, más cercanos, con la pintura metafísica de Giorgio da Chirico (1888-1978) realizadas en Italia en las primeras décadas del siglo XX. Al mismo tiempo Hugo Ball y Tristán Tzara, en Zúrich 1916, dan paso al movimiento Dadaísta y proponen subvertir el orden burgués racionalista que persistía en ese momento, con la valorización de lo irracional, lo onírico, el automatismo y la expresión del subconsciente.
La revolución surrealista estaba en marcha y en el París entre las dos guerras mundiales André Breton publicó el Primer Manifiesto Surrealista, el 16 de octubre de 2024, donde planteó una expresión literaria y visual libertaria, lúdica, pasional, alucinada, fruto del inconsciente, para enfrentar a la burguesía decimonónica. Posteriormente el movimiento asumirá una postura política que lo acercará al comunismo y que provocará una división entre los que proponían un movimiento estético y los que propugnaban por un movimiento de compromiso político. La primera exposición surrealista tuvo lugar en París en 1925 y para el 1930 se organizó la Exposición Surrealista Internacional. El estallido de la Segunda Guerra Mundial detuvo su auge inicial.
Sin embargo, el surrealismo encontrará nuevos horizontes en América a partir de los años cuarenta. En el Caribe, y de manera particular en la República Dominicana, los artistas Jaime Colson, Eugenio Fernández Granell, Gilberto Hernández Ortega, Jorge Noceda Sánchez, Clara Ledesma e Iván Tovar contribuyeron a la incorporación de este lenguaje artístico moderno, en el devenir de la plástica en la región del Caribe en la segunda mitad del siglo XX. En Diálogos Oníricos, en conmemoración del centenario de la publicación del primer Manifiesto Surrealista, les presentamos una selección de obras de autores que incursionaron en el movimiento, unos de manera muy activa en el surrealismo internacional, como Granell y Tovar. Otros de forma más discreta pero constante como Jorge Noceda Sánchez y, otros, como exploración de los estilos de vanguardias del siglo XX, tales como Colson, Hernández Ortega y Ledesma.
Actividades complementarias
Sábado 22 de junio 10:30 a.m.
El Manifi esto Surrealista de 1924.
Lectura comentada.
Miércoles 26 de junio 10:30 a.m.
Jornada infantil.
Sábado 6 de julio 10:30 a.m.
Tertulia sabatina.
Jornada de performance.
Miércoles 10 de julio 10:30 a.m.
Jornada infantil.
Sábado 27 de julio 10:30 a.m.
Visita comentada.
Sábado 3 de agosto 10:30 a.m.
Tertulia sabatina.
Surrealistas dominicanos de hoy.
El surrealismo y la pintura
La primera exposición surrealista se celebró en la Galerie Pierre de París en 1925, y en ella, además de Jean Arp, Giorgio de Chirico y Max Ernst, participaron artistas como André Masson, Picasso, Man Ray, Pierre Roy, P. Klee y Joan Miró, que posteriormente se separarían del movimiento o se mantendrían unidos a él adoptando únicamente algunos de sus principios. A ellos se adhirieron Yves Tanguy, René Magritte, Salvador Dalí y Alberto Giacometti.19 En los años 1930, el movimiento se extendió más allá de las fronteras francesas. Se celebró en 1938 en París la Exposición Surrealista Internacional.
En El surrealismo y la pintura, de 1928, Breton expone la psicología surrealista: el inconsciente es la región del intelecto donde el ser humano no objetiva la realidad sino que forma un todo con ella. El arte, en esa esfera, no es representación sino comunicación vital directa del individuo con el todo. Esa conexión se expresa de forma privilegiada en las casualidades significativas (azar objetivo), en las que el deseo del individuo y el devenir ajeno a él convergen imprevisiblemente, y en el sueño, donde los elementos más dispares se revelan unidos por relaciones secretas. El surrealismo propone trasladar esas imágenes al mundo del arte por medio de una asociación mental libre, sin la intromisión censora de la conciencia. De ahí que elija como método el automatismo, recogiendo en buena medida el testigo de las prácticas mediúmnicas espiritistas, aunque cambiando radicalmente su interpretación: lo que habla a través del médium no son los espíritus, sino el inconsciente.
Durante unas sesiones febriles de automatismo, Breton y Soupault escriben Los Campos Magnéticos, primera muestra de las posibilidades de la escritura automática, que publican en 1921. Más adelante Breton publica Pez soluble. Dice así el final del séptimo cuento:
"Heme aquí, en los corredores del palacio en que todos están dormidos. ¿Acaso el verde de la tristeza y de la herrumbre no es la canción de las sirenas?"
La producción surrealista se caracterizó por una vocación libertaria sin límites y la exaltación de los procesos oníricos, del humor corrosivo y de la pasión erótica, concebidos como armas de lucha contra la tradición cultural burguesa
El surrealismo al servicio de la revolución [editar]
A partir de 1925, a raíz del estallido de la Guerra del Rif, el surrealismo se politiza; se producen entonces los primeros contactos con los comunistas, que culminarían ese mismo año con la adhesión al Partido Comunista por parte de Breton.
Entre 1925 y 1930 aparece un nuevo periódico titulado El Surrealismo al servicio de la Revolución en cuyo primer número Louis Aragón, Buñuel, Dalí, Paul Éluard, Max Ernst, Yves Tanguy y Tristan Tzara, entre otros, se declaran partidarios de Breton. Por su parte Jean Arp y Miró, aunque no compartían la decisión política tomada por Breton, continuaban participando con interés en las exposiciones surrealistas. Poco después se incorporaron Magritte (1930), Masson (1931), Giacometti y Brauner en 1933 y también Matta (que conoce a Breton en 1937 por mediación de Dalí) y Lam; el movimiento se hizo internacional apareciendo grupos surrealistas en los Estados Unidos, Dinamarca, Londres, Checoslovaquia y Japón. Desde este momento, se abrirá una disputa, a menudo agria, entre aquellos surrealistas que conciben el surrealismo como un movimiento puramente artístico, rechazando la supeditación al comunismo, y los que acompañan a Breton en su giro a la izquierda.
En 1929 Breton publica el Segundo Manifiesto Surrealista, en el que condena entre otros intelectuales a los artistas Masson y Francis Picabia. En 1936 expulsa a Dalí por querer mantenerse neutral frente a la politización del movimiento y no condenar el nazismo alemán, y a Paul Éluard. En 1938 Breton firma en México junto con León Trotski y Diego Rivera el Manifiesto por un Arte Revolucionario Independiente.
Pese a esta escisión, existen numerosos artistas y obras de arte a los que se identifica y clasifica como surrealistas, sin que sus obras tengan sesgos políticos. El elemento más importante dentro del surrealismo sigue siendo la realidad aumentada, deformada o reinterpretada a partir de elementos oníricos y subconscientes.
From June 19 to August 10, 2024
Av. John F. Kennedy esq. Dr. Lembert Peguero. Honda 5th Building. Floor. Santo Domingo Dominican Republic. Metro: Line 2, Juan Ulises García Saleta station. Tel. 809 541 7721 (*). / Hours: Monday to Friday from 9 am - 6 pm. Saturdays from 9 am - 12 pm
OCA|News / Bellapart Museum / June 18, 2024 / National
Maribel Bellapart
Bellapart Museum President
The Bellapart Museum welcomes a project from the Tovar Foundation, a friendly institution with which we share the purpose of disseminating the work of prominent Dominican plastic artists.
On this occasion we are united by the commemoration of the centenary of the publication by André Breton of the first Surrealist Manifesto, in 1924, a significant date for international and national art, since years later and as a consequence of the Spanish and European war conflicts From the years 1936 – 1945, the writer arrived in Santo Domingo and gave an interview to the exiled Spanish artist-journalist Eugenio Fernández Granell.
It was 1941, Bretón was accompanied by Wifredo Lam and surrealism had sailed the seas, spread to new territories and incorporated other actors. Then, in 1943, the literary group La Poesía Surprendida, with a surrealist orientation, was born in Santo Domingo, and Granell, Hernández Ortega and Ledesma published drawings in its magazine. Later the artists Jorge Noceda Sánchez and Iván Tovar assumed the surrealist language.
We are pleased to present to you a set of works by these initiators of surrealism in Dominican plastic arts, a trend present today in national art, with the desire to contribute to its study and valorization.
Myrna Guerrero Villalona
Bellapart Museum Director
The intention to identify, dream, ideate and capture visual alternatives outside of tangible reality can be found in the history of Eastern and Western art since time immemorial. In the West as far away as the 15th - 16th century with The Garden of Earthly Delights by Hieronimus Bosch (Hieronymus Bosch, cir. 1450-1516) as well as the seasons and elements by Giuseppe Arcimboldo, (1527-1593) and, closer, with the metaphysical paintings of Giorgio da Chirico (1888-1978) made in Italy in the first decades of the 20th century.At the same time, Hugo Ball and Tristán Tzara, in Zurich 1916, gave way to the Dadaist movement and proposed to subvert the rationalist bourgeois order that persisted at that time, with the valorization of the irrational, the dreamlike, automatism and the expression of the subconscious.
The surrealist revolution was underway and in Paris between the two world wars André Breton published the First Surrealist Manifesto, on October 16, 2024, where he proposed a libertarian, playful, passionate, hallucinatory literary and visual expression, fruit of the unconscious, to confront the nineteenth-century bourgeoisie.Later the movement will assume a political position that will bring it closer to communism and that will cause a division between those who proposed an aesthetic movement and those who advocated a movement of political commitment. The first surrealist exhibition took place in Paris in 1925 and by 1930 the International Surrealist Exhibition was organized. The outbreak of World War II stopped its initial boom.
However, surrealism will find new horizons in America from the 1940s onwards. In the Caribbean, and particularly in the Dominican Republic, the artists Jaime Colson, Eugenio Fernández Granell, Gilberto Hernández Ortega, Jorge Noceda Sánchez, Clara Ledesma and Iván Tovar contributed to the incorporation of this modern artistic language, in the future of the plastic in the Caribbean region in the second half of the 20th century. In Diálogos Oníricos, in commemoration of the centenary of the publication of the first Surrealist Manifesto, we present a selection of works by authors who ventured into the movement, some very actively in international surrealism, such as Granell and Tovar. Others in a more discreet but constant way, such as Jorge Noceda Sánchez and others, as an exploration of the avant-garde styles of the 20th century, such as Colson, Hernández Ortega and Ledesma.
Complementary activities
Saturday, June 22, 10:30 a.m.
The Surrealist Manifesto of 1924.
Commented reading.
Wednesday June 26 10:30 a.m.
Children's day.
Saturday July 6 10:30 a.m.
Saturday gathering.
Performance day.
Wednesday, July 10, 10:30 a.m.
Children's day.
Saturday July 27 10:30 a.m.
Commented visit.
Saturday, August 3, 10:30 a.m.
Saturday gathering.
Dominican surrealists of today.
Surrealism and painting
Surrealism and painting
The first surrealist exhibition was held at the Galerie Pierre in Paris in 1925, and in addition to Jean Arp, Giorgio de Chirico and Max Ernst, artists such as André Masson, Picasso, Man Ray, Pierre Roy, P. Klee and Joan Miró, who would later separate from the movement or remain united to it, adopting only some of its principles. They were joined by Yves Tanguy, René Magritte, Salvador Dalí and Alberto Giacometti.19 In the 1930s, the movement spread beyond French borders. The International Surrealist Exhibition was held in 1938 in Paris.
In Surrealism and Painting, from 1928, Breton exposes surrealist psychology: the unconscious is the region of the intellect where the human being does not objectify reality but forms a whole with it. Art, in that sphere, is not representation but direct vital communication of the individual with the whole. This connection is expressed in a privileged way in significant coincidences (objective chance), in which the desire of the individual and the future foreign to him converge unpredictably, and in the dream, where the most disparate elements are revealed to be united by secret relationships. Surrealism proposes to transfer these images to the world of art through free mental association, without the censorious interference of consciousness. Hence, he chooses automatism as a method, largely taking up the witness of spiritualist mediumistic practices, although radically changing his interpretation: what speaks through the medium is not the spirits, but the unconscious.
During some feverish sessions of automatism, Breton and Soupault wrote Magnetic Fields, the first example of the possibilities of automatic writing, which they published in 1921. Later Breton published Soluble Fish. He says the end of the seventh story like this:
"Here I am, in the corridors of the palace where everyone is asleep. Is not the green of sadness and rust the song of the sirens?"
Surrealist production was characterized by a limitless libertarian vocation and the exaltation of dream processes, corrosive humor and erotic passion, conceived as weapons in the fight against bourgeois cultural tradition.
Surrealism at the service of the revolution [edit]
From 1925, following the outbreak of the Rif War, surrealism became politicized; The first contacts with the communists then took place, which would culminate that same year with Breton joining the Communist Party.
Between 1925 and 1930 a new newspaper appeared titled Surrealism at the Service of the Revolution, in whose first issue Louis Aragón, Buñuel, Dalí, Paul Éluard, Max Ernst, Yves Tanguy and Tristan Tzara, among others, declared themselves supporters of Breton. For their part, Jean Arp and Miró, although they did not share the political decision made by Breton, continued to participate with interest in the surrealist exhibitions. Shortly after, Magritte (1930), Masson (1931), Giacometti and Brauner in 1933 joined, as did Matta (who met Breton in 1937 through Dalí) and Lam; The movement became international, with surrealist groups appearing in the United States, Denmark, London, Czechoslovakia, and Japan. From this moment, a dispute, often bitter, will open between those surrealists who conceive surrealism as a purely artistic movement, rejecting subordination to communism, and those who accompany Breton in his turn to the left.
In 1929 Breton published the Second Surrealist Manifesto, in which he condemned, among other intellectuals, the artists Masson and Francis Picabia. In 1936 he expelled Dalí for wanting to remain neutral in the face of the politicization of the movement and not condemn German Nazism, and Paul Éluard. In 1938, Breton signed the Manifesto for an Independent Revolutionary Art in Mexico, together with Leon Trotsky and Diego Rivera.
Despite this split, there are numerous artists and works of art that he identifies and classifies as surrealists, without their works having political biases. The most important element within surrealism continues to be augmented reality, deformed or reinterpreted from dreamlike and subconscious elements.
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