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Poético, onírico, erótico, satírico, lúdico, una risa que suena inconfundible en la memoria, Iván Tovar nos sumerge en la realidad suya, fascinante e hipnótica, alineada y delineada… Iván reinventa el mundo sin preservar casi nada de aquellas vanas apariencias. Él conserva el bodegón, el paisaje y hasta el retrato, pilares de la vieja academia que frecuentó y asimiló, pero, real y etimológicamente los metamorfoseó, les cambió la forma… Objetos ignotos e “ivanescos” perturban la rutina perceptiva y comunican el goce de una revelación.
Morfología orgánica y arquitectura carnal, hoy exaltan la línea rigurosa del diseño y la depurada configuración del dibujo. El esplendor de estas metáforas gráfico-pictóricas supera el léxico nuestro de palabras reusadas… ¿No colocaba Pedro Mir muy por encima de la literatura y la poesía misma, la creatividad ilimitada de las artes visuales?
Sueño, susurro, sensualidad se enroscan en dibujos mágicos. Sin embargo, las audacias y los refinamientos emprenden los caminos de una nueva envergadura, más austera tal vez. Aquí, transmiten una intensidad menos barroca y contorsionada de sus vértigos. En el dibujo, el artista proyecta las esencias de un arte ensimismado y la condición humana, con un despliegue continuo de trazados espaciales y transparencias cromáticas, con punzones de autodefensa más que de agresión, con sacudidas rítmicas… y, repentinamente, la ofrenda de un seno devuelve la dulzura. "Reactivar la llama del deseo, ese gran desconocido, cuyo misterio se mantiene intacto hasta en el goce, ¿acaso no será esto el verdadero asunto para Tovar”? Esta pregunta-respuesta la hizo el ensayista Jean Michel Goutier, estremecido hasta el extremo de convulsionar sus palabras al compás de la obra de Tovar en un desciframiento efusivo, viendo el erotismo como elemento prominente. Cuando analizan a Iván Tovar, casi siempre evocan sus años en París, su sitial en el reconocimiento internacional, y los recovecos del surrealismo. ¿Por qué no preferir a esos hilos conductores personales y consabidos, el placer y las delicias que, a cada mirada, en cada dibujo, Iván Tovar nos brinda, con amor y humor? En fin, la suerte está echada… Marianne de Tolentino ADCA /AICA Santo Domingo, marzo de 2019
THE DRAWINGS OF IVÁN TOVAR: The Poetics of the Gesture | Lucy García Contemporary Art
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Poetic, oneiric, erotic, satirical, playful, a laugh that sounds unmistakable in memory, Ivan Tovar immerses us in his reality, fascinating and hypnotic, aligned and delineated ... Ivan reinvents the world without preserving almost nothing of those vain appearances. He preserves the still life, the landscape and even the portrait, pillars of the old academy he frequented and assimilated, but, real and etymologically, he metamorphosed them, changed the form ... Ignatian and unknown objects disturb the perceptual routine and communicate the enjoyment of a revelation. Organic morphology and carnal architecture, today exalt the rigorous line of design and the refined configuration of the drawing. The splendor of these graphic-pictorial metaphors exceeds our lexicon of reused words ... Did not Pedro Mir place far above literature and poetry itself, the unlimited creativity of the visual arts? Dream, whisper, sensuality curl up in magic drawings. However, audacity and refinement take the paths of a new dimension, perhaps more austere. Here, they convey a less baroque and contorted intensity of their dizziness. In the drawing, the artist projects the essences of a self-absorbed art and the human condition, with a continuous unfolding of spatial tracings and chromatic transparencies, with punches of self-defense rather than aggression, with rhythmic jolts ... and, suddenly, the offering of a breast returns the sweetness. "To reactivate the flame of desire, that great unknown, whose mystery remains intact even in jouissance, is not this the real issue for Tovar?" This question-answer was made by the essayist Jean Michel Goutier, shuddering to the extreme of convulsing his words to the beat of Tovar's work in an effusive decipherment, seeing eroticism as a prominent element. When they analyze Iván Tovar, they almost always evoke their years in Paris, their place in international recognition, and the recesses of surrealism. Why not prefer to those personal and well-known threads, the pleasure and the delights that, with every look, in every drawing, Iván Tovar gives us, with love and humor? In short, luck is cast ...
Marianne from Tolentino ADCA / AICA Santo Domingo, March 2019
